
.
1) Son conscientes de la Ley de Packard. Es imposible que una empresa pueda aumentar sus beneficios a mayor velocidad que su capacidad para conseguir el personal adecuado que sostenga ese crecimiento
.
2) Si una empresa necesita estar pendiente de alguien, esa persona no es la adecuada.
.
3) Destinan a las personas más brillantes a aprovechar las oportunidades, no a resolver los problemas.
Suena razonable, ¿verdad?